Tortuga golfina



La tortuga golfina, tortuga del golfo, tortuga olivácea o también llamada tortuga lora (Lepidochelys olivacea) es una especie de tortuga de la familia Cheloniidae; es la más pequeña de las tortugas marinas.




Descripción

Con un color gris y verde, y un  caparazón en forma de corazón, la tortuga golfina es una de las tortugas con las que más estamos familiarizados. Los jóvenes principalmente son de color gris, y a medida que crecen, se vuelven completamente verdes. Son pequeños en comparación con otras tortugas marinas. En su plena madurez rara vez pesan más de 100 libras y miden menos de tres pies de longitud. De hecho, se clasifican como la especie más pequeña de tortugas marinas.

Poseen de seis a nueve pares de costales y dos pares de escamas. Cada una de sus aletas delanteras tiene un conjunto de garras, que utilizan para cavar cuando llegan a tierra. Los machos y las hembras son similares en color y tamaño. La manera de diferenciarlos es que los machos tienen una cola que sobresale y las hembras no.

Distribución

La gran mayoría de las tortugas marinas golfina se encuentra en el Océano Pacífico. Más específicamente, hacia las zonas de playa de México, se sabe que están distribuidas a través de todo el mundo. Muchos viven en las regiones costeras de América del Sur y África Occidental. Otros lugares privilegiados para verlos incluyen el sur de California y el norte de Chile, y a menudo se ven en otros lugares entre estos puntos. Esto se debe a que migran cientos de kilómetros en busca de comida o para llegar a sus lugares de cría cada año.

Dieta / Alimentación

Estas tortugas marinas se alimentan de camarones, cangrejos, langostas y medusas. Cuando estos elementos son difíciles de encontrar consumirán varios tipos de algas que se encuentran disponibles.

Reproducción

La madurez se produce aproximadamente a los 15 años de edad para la tortuga golfina. Las hembras se reproducen al menos una vez al año, la mayoría de ellos lo hacen por lo menos dos veces y ponen hasta 100 huevos de una vez que tardan aproximadamente de 50 a 60 días para eclosionar

Los hábitos de nidación de la tortuga golfina son únicos en comparación con otros tipos de tortugas marinas. En lugar de cada hembra crear sus propios nidos, trabajan juntos para crear uno bien grande para que todos ellos puedan depositar sus huevos. Sin embargo, algunas de estas especies anidan por su cuenta y no se unen al grupo.

Todos los años, las tortugas marinas de cada especie se reunen en ciertos lugares del océano para aparearse. Poco tiempo después, las tortugas marinas hembras salen del mar en las playas en las que cavan sus nidos y ponen sus huevos. La mayoría de las especies desova por la noche, aunque la golfina lo hace durante el día. Se cree que las hembras de algunas especies hacen sus nidos en las mismas playas donde nacieron.

Después de salir del agua, la tortuga marina hembra se arrastra hacia arriba por la playa hasta encontrar un sitio apropiado para desovar. (Si son perturbadas por luces o por ruidos en la playa, las hembras de la mayoría de las especies retornarán al agua sin haber puesto sus huevos.) Una vez que la hembra ha encontrado un lugar adecuado para hacer su nido, cava con sus aletas un hoyo del tamaño de su cuerpo. Luego, con las aletas traseras, hace un hoyo más profundo y en forma de vasija alargada; con mucho cuidado va sacando la arena con una de sus aletas y la echa a un lado; luego saca más arena con la otra aleta.

Cuando el hoyo que forma el nido está terminado, la hembra deja caer sus huevos en él, uno o dos a la vez y de apariencia coriácea. Mientras ella hace esto, le brotan lágrimas para mantener sus ojos húmedos y libres de arena. Los huevos tienen un diámetro de 4 a 7 cm.

Como promedio, una hembra puede poner 100 huevos en cada nido. En Surinam, sin embargo, las tortugas marinas verdes ponen un promedio de 142 huevos por nido, mientras que en las Islas Galápagos el promedio es de 80, más o menos. Parece que la tortuga kikila, en Australia, pone un promedio de únicamente 50 huevos por nido. En algunos lugares, los mapaches y otros animales se roban los huevos y se los comen conforme la hembra los va dejando caer en el nido.


Cuando la hembra ha terminado de depositar sus huevos, los cubre con arena y apisona bien el nido. Luego trata de camuflarlo lanzando arena a todo el rededor y balanceando su cuerpo sobre la playa. Este camuflaje no siempre su cometido. Después de que la hembra abandona el nido para volver al mar, existe la posibilidad de que los cangrejos y otros animales lo excaven y se coman los huevos.

Una hembra puede poner una nidada aproximadamente cada dos semanas durante el período de reproducción y en una sola temporada puede hacer de tres a ocho nidos, es decir, pone hasta 1000 huevos. Generalmente las tortugas marinas hembras anidan cada dos o cuatro años. Por lo tanto, puede haber grandes diferencias en el número de nidadas de un año a otro.

Una de las razones por las que las tortugas marinas ponen tantos huevos es que son muy pocas las tortuguitas que sobreviven después de la incubación y llegan a ser adultas. Si el nido está en un lugar demasiado bajo en la playa, los huevos pueden ser destruidos por mareas altas o lluvias fuertes. La temperatura del nido afecta a las tortuguitas que se están incubando. Si supera cierto nivel, todas o la mayoría de las crías serán hembras, pero si ha estado por debajo de ese nivel, la mayoría serán machos.

Si los huevos no son destruidos por el agua, o por los depredadores, se incabarán en aproximadamente dos meses. Por lo general, todos los huevos de un nido se incuban en el mismo tiempo. Conforme las tortuguitas salen de los huevos, empiezan a forcejear para abrirse camino hacia la superficie de la playa; arañan la arena de los lados y de la parte superior del nido, la cual va cayendo en el fondo de éste junto con las cáscaras vacías de los huevos. De esta manera, el fondo del nido se va levantando gradualmente hacia la superficie.

Tortuguitas laúd dirigiéndose al mar
Cuando las crías están justamente bajo la capa superficial de la arena, esperan hasta que afuera esté fresco antes de salir. Generalmente esto significa que las tortuguitas, que miden alrededor de 5 cm de largo, aguarden la noche para abandonar el nido e iniciar su carrera hacia el mar. Esta es una etapa muy peligrosa en la vida de las tortugas marinas. Instintivamente, las tortuguitas se dirigen hacia la parte más brillante del horizonte, la que, por lo general, se encuentra sobre el agua; pero pueden desorientarse si brillan luces tierra adentro; si esto sucede, las crías se arrastrarán en esa dirección y morirán; y aún cuando se dirijan hacia el mar, pueden ser atacadas por mapaches, cangrejos, pájaros y otros animales.

Otros depredadores, como las aves marinas, los tiburones y algunos peces, amenazan a las pequeñas tortugas una vez que han logrado llegar al agua. Durante las primeras semanas de vida, ellas no pueden permanecer mucho tiempo bajo la superficie del agua ni tampoco son capaces de nadar con la rapidez y fuerza suficiente para salvarse de estos depredadores.

Poco se conoce sobre la vida de las tortugas pre-adultas; este período en su historia de vida se conoce como los años perdidos. Se cree que las que finalmente logran sobrevivir pasan los primeros meses de su vida en bancos de sargazos que flotan a la deriva a corta distancia de la costa. Allí se encuntran protegidas de muchos enemigos y pueden alimentarse de otras criaturas más pequeñas que viven en esos bancos.

Hasta que no llegan a tener por lo menos un año, estas jóvenes tortugas están a merced de las corrientes marinas. La golfina de pocos meses, por ejemplo, puede ser arrastrada por la Corriente del Golfo tan al norte como a la altura de Massachusetts, en la costa nororiental de los Estados Unidos.

No se sabe cuánto tiempo tardan las tortugas marinas en llegar a la madurez, pero se calcula que es entre 8 y 50 años. Este largo período para alcanzar la edad madura presenta particulares problemas relativos a la conservación de las tortugas marinas. La depredación causada por los tiburones, la caza por humanos y la captura casual en las redes, en las que mueren asfixiadas, son todos factores que se combinan para reducir las oportunidades de sobrevivir y reproducirse que tiene una tortuga marina.


Conservación

No existen muchos esfuerzos de conservación para la tortuga golfina. Quedan aproximadamente 800.000 de ellos en el mundo por lo que se podría suponer que no necesitan de nuestra ayuda. Sin embargo, están clasificadas como una especie en peligro, debido al hecho de que su hábitat natural sigue siendo destruido a un ritmo alarmante.

El hecho de que el número de tortugas marinas golfina haya caído más del 50% en los últimos 45 años es algo para preocuparse. Si esa tendencia continúa, podrían estar extintas en los próximos 50 años. Con las condiciones adecuadas, la tortuga golfina, puede vivir por lo menos 50 años de edad.

Interacción humana

A pesar de los esfuerzos de conservación para proteger su hábitat natural, continúan siendo cazados por su carne. También son asesinados por su piel, que tiene muchos usos. Los huevos de la tortuga golfina a menudo son consumidos por las personas. En muchos lugares terminan en redes de pesca destinados a la captura de otros tipos de vida acuática y muchos de ellos sufren lesiones o mueren, mientras están en las redes.


Anatomía y morfología

Mide aproximadamente de 60 a 70 cm; de adultos presentan un color verde olivo. El caparazón tiene forma de corazón o redondeado, su longitud promedio en los adultos, es de 67 cm, con un peso promedio aproximadamente de 38 kg, y máximo de 100, la cabeza es subtriangular y mediana, el carapacho se compone de cinco pares, con un máximo de 6 a 9 divisiones por lado, los márgenes son lisos, el carapacho es oscuro en el color verde oliva, con una superficie inferior de color amarillo


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